sábado, 22 de septiembre de 2012

Estocolmo I

Siguiendo con nuestro viaje.......de Londres nos fuimos directos a Estocolmo!! y la verdad es que llegamos destrozados así que el primer día lo dedicamos a pasear.
Es una ciudad tranquila y muy asequible, esta formada por 14 islas unidas por puentes y te puedes mover por todo el archipélago a través de barcos pudiendo llegar a diferentes puntos en poco tiempo.



                                                                       


      Empezamos paseando por Gamla Stan, que es el casco antiguo de la ciudad, allí se encuentra la parte más monumental de Estocolmo, podéis encontrar la Catedral, el museo Nobel, el Palacio Real, así como varias iglesias que merecen la pena ver, pero lo mejor de esta isla es perderse por sus calles estrechas y descubrir rinconcillos encantadores



A todo podéis entrar con la Stockholm Card, os la podéis sacar para 1,2,3 o 5 días, os recomiendo que organicéis lo que queréis ver y cuándo, y en función de eso comprar la tarjeta para esos días, puesto que no es barata, aunque merece la pena porque podéis entrar en todos los monumentos, museos, transporte (incluso descuenta en las excursiones a diferentes puntos del archipiélago), os dejo el enlace donde os informan. http://www.visitstockholm.com/en/stockholmcard/


Plaza Nobel. Gamla Stan
La verdad es que en nuestro caso, el primer día, o más bien la primera tarde fue un poco "sui generis" debido al alojamiento que reservamos. Hay que decir que el hotel ( http://www.omenahotels.com/ ) es un concepto  bastante peculiar aunque práctico de alojarse en Estocolmo. La reserva es por internet, y los precios bastante asequibles. Por qué, si es una ciudad no precisamente barata? Pues porque el hotel carece de recepción y presencia física de nadie que te indique nada. Todo funciona online. Reservas, pagas y te mandan un código de reserva (recomiendo imprimir y llevar con vosotros). Una vez en el destino, te envían un sms con el código de acceso al hotel y el número de tu habitación. Con este número accedes a todo el hotel que está configurado de tal manera que para entrar, usar el ascensor, entrar en tu hab1tación... absolutamente todo está dotado de un chisme para que entres el código y ya está. Eso si, todo con puntualidad sueca casi enfermiza, porque nosotros llegamos a las 12 a.m más o menos y hasta las 15.30 p.m no me enviaron el sms para el acceso (en la reserva online esto se advierte). Aunque es verdad que en la puerta del hotel hay un teléfono 24h de ayuda por el que puedes hablar con una persona (en sueco o inglés, nosotros hicimos lo que pudimos con el inglés para entendernos). El hotel es muy recomendable, extremadamente limpio, con todas las comodidades. Única pega, cambian las toallas cada 4 o 5 días y las ventanas no se pueden abrir (aunque hay a.a), así que valorad ustedes mismos.

Palacio Real



Esto era para contar que entre que llegamos al hotel y pudimos entrar a dejar la maleta pasaron unas 3 horas que dedicamos a pasear por el Gamla Stan (maleta en mano sobre adoquines) hasta que acabamos en la Plaza Nobel, agotados pero contentos y disfrutando de una actuación callejera al más puro estilo Covent Garden londinense. De ahí al Hotel, ducha, breve descanso y vuelta a la calle cayendo el sol para encontrarnos con, sin duda uno de los momentos más extraordinarios de la estancia en la capital sueca.







Nada más bajar a la calle, vemos a una marea humana, marea humana sueca, pertrechada con camisetas, banderas, caras pintadas, etc de LA ROJA!!! Y es que era el día de la final de la Euro 2012 contra Italia. Pues bien, la tv estatal sueca había montado un dispositivo justo en un parque cer ca del hotel y allá que fuimos a ver la final rodeados de suecos que iban con España, españoles emigrantes que iban con España e italianos que iban con la selección transalpina. Aquello lo disfrutamos a tope, porque todo se puso de cara rápidamente como ya sabréis. Toda una experiencia inesperada.




El día siguiente lo dedicamos a visitar el Ayuntamiento de la ciudad, que es un edificio bastante peculiar. Con una estética muy sobria pero a la vez con ese toque nórdico, en su interior esconde la techumbre de madera más alta de toda Suecia. El salón Azul acoge el banquete de gala de los famosos premios Nobel y la Diosa Mälaren preside el salón donde se celebra el baile post-cena.


Ayuntamiento Estocolmés
Trasera del Ayuntamiento,vista al lago

Diosa Mälaren
Al salir del consistorio, en la misma puerta hay un embarcadero desde el que se puede embarcar a varios destinos. Nosotros nos decantamos por el Palacio de Drottningholm, residencia de verano de los reyes suecos. El descuento que te aplican al enseñar la card hace que interese comprarla, porque además la excursión merece la pena. El trayecto hasta la isla a través del archipiélago no tiene precio. Es impagable sobre todo si hace buen tiempo.Y además entrar en el palacio es gratuito con la card. Te dejan entrar en varias estancias que conservan ancladas en el tiempo con vistas al turismo. Además los terrenos incluyen un enorme jardín (al estilo Versalles aunque algo más modesto) en los que, curiosamente, los estocolmeses van a echar la mañana de picnic y a pasear, muy ansiado todo el año, como pudimos comprobar en cada rincón de la ciudad con la mínima muestra de vegetación.
Salón Azul, Ayuntamiento


A la vuelta buscamos un sitio para comer por el Gamla Stan. Por supuesto tempranito que allí a partir de las 5 pm ya abren los bares/restaurantes para dar de CENAR!!! Es otro rollo al nuestro mediterráneo. Y aunque queríamos probar algo típico, entiéndase por típico albóndigas y salmón, no pensábamos que nos fuera a salir tan bien la jugada. Probamos en un bar/cafetería  cualquiera y nos salió magníficamente la jugada. Por un menú no muy caro comimos lo que íbamos buscando y además te obsequiaban con una ensalada que tú mismo te servías a tu gusto.

Después de tomarnos un té en unos de los múltiples cafés con encanto del Gamla Stan, fuimos de nuevo a la Plaza Nobel y al Museo del mismo nombre. Un consejo útil: como dijimos más arriba, la Stockolm card hay que comprarla por 1,2,3 o 5 días, (nosotros para contener el gasto elegimos la de 2 días), lo mejor es concentrar y para ello hay que planificar, los sitios a los que da acceso la card y verlos en esos días en los que está activa. Y es cuando la usas por primera vez, cuando te ponen la fecha y a partir de ahí a contar.



Pues bien, el museo Nobel es cuando menos curioso. Tienen organizados los premios por años, en diferentes expositores, con pantallas táctiles para navegar por los premios de la Paz, Física, Química, Economía.....Y por el techo tienen como unos raíles por los que continuamente van pasando carteles con todos los galardonados. Es un museo más multimedia que otra cosa, con muchos vídeos y pantallas así como pósters con fotos de los premiados y dibujos de los mismos sobre la especialidad que sea.

Para terminar el día entramos en la Catedral de la ciudad y en el Palacio Real. La catedral es pequeñita pero muy coqueta, la entada es gratuíta y merece la pena entrar y sentarse un momento en algún banco a contemplar los motivos y el altar principal entero de madera y plata.

Palacio Real
El Palacio Real, residencia de los monarcas suecos, y en el que por cierto no dejan hacer fotos, tiene una visita bastante interesante. Te pasan al salón del trono, después a unas estancias con uniformes de diferentes épocas y blasones y escudos de casas reales europeas. Está curioso. Como en Buckingham Palace, en la visita turística te permiten ver según qué estancias, que según te dicen son las que frecuentan los miembros de la familia real. Para finalizar, en el sótano, se encuentran las ruinas del antiguo Palacio de las Tres Coronas ('Tre Kronor' en sueco, en honor a las agujas de la antigua Torre Central, Símbolo de la ciudad), destruído por un incendio en 1697 y sobre las cuales se construyó el actual.
Interior Catedral
                                                                                                 

Vista desde Slussen, cortesía de EGC

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